sábado, 24 de agosto de 2013

¿Recuerdas lo que es ser niño?

Cuando un ser humano se convierte en padre o madre, algo se hace evidente en su vida: nunca más volverá a ser la misma persona. Ahora será guía, asesor, amigo,entrenador, compañero, médico y muchas cosas más relacionadas con otro ser humano al que llamará "hijo". Pero, inevitablemente, surgen las preguntas: ¿Estará preparado para esa labor? ¿Le han servido las fórmulas que conoce para triunfar en la vida? ¿Se conoce a sí mismo? ¿Recordará lo que es ser niño?

He aquí donde empiezan los problemas: Los niños no nacen trayendo consigo su manual de instrucciones, ya que son mucho más complejos que cualquier otro objeto que conozcamos sobre la faz de la tierra y , por tanto, se requiere un conocimiento preciso sobre la identidad y esencia del ser humano para poder relacionarse con ellos.

En realidad, ¿Sabemos lo que significa ser niño? Miremos detenidamente esta cualidad: ser niño significa crecer en el amor puro, en la belleza más allá de la forma, en las historias; significa ser tan pequeño que los duendes y las hadas pueden acercarse a cuchichearle a uno al oído; significa transformar las calabazas en carruajes, los ratones en corceles, lo ruin en sublime, la nada en todo, pues cada niño lleva en su alma su propia hada madrina que lo guía por el mundo de la imaginación a descubrir formas de vida que pueden ser mejores para el espíritu humano, ya que se basan en la naturalidad, la sencillez, la hermandad y el amor. Viven con la ilusión que representa el mundo de la esperanza.

Cuando un niño viene al mundo, personifica lo más sublime de la vida, tal como se concreta en una piedra, una planta o un animal. Recordemos el axioma que afirma: "Dios duerme en el mineral, Dios crece en el vegetal, Dios se mueve en el animal, Dios piensa en el ser humano y Dios ama en el ángel". 

(ERIC DE LA PARRA PAZ). 

jueves, 22 de agosto de 2013

Los niños aprenden lo que viven

Si un niño vive con reprobación, aprende a condenar.
Si un niño vive con hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con temor, aprende a ser aprensivo.
Si un niño vive con compasión, aprende a tener lástima de si mismo.
Si un niño vive con burla, aprende a ser tímido.
Si un niño vive con celos, aprende lo que es la envidia.
Si un niño vive con vergüenza, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con estímulo, aprende a tener confianza en sí mismo.
Si un niño vive con alabanza, aprende a apreciarse.
Si un niño vive con aprobación, aprende a gustarse.
Si un niño vive con aceptación, aprende a encontrar amor en el mundo.
Si un niño vive con reconocimiento, aprende a tener una meta.
Si un niño vive compartiendo, aprende a ser generoso.
Si un niño vive con honestidad y equidad, aprende lo que son la verdad y la justicia.
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener fe en si mismo y en quienes lo rodean.
Si un niño vive con amigabilidad, aprende que el mundo es un lugar agradable donde vivir.
Si un niño vive con serenidad, aprende a tener tranquilo el espíritu.

¿Con qué están viviendo sus hijos?

(Dorothy L. Nolte).