jueves, 15 de mayo de 2014

Permite que tus niños sean espontáneos

De seguro recuerdas tu niñez y la cantidad de veces que hubieras deseado ser tu mismo(a) y alguien adulto te dijo: ¡Compórtate!

También imaginamos, por supuesto, todas las travesuras que hubieras hecho si nadie te ponía un alto, pero la lectura a continuación tiene la intención de llevar a aquellos que tienen la dicha de ser padres, a la reflexión; a tomarse unos minutos de su día y pensar si están permitiendo que sus hijos sean espontáneos, libres y tratar de encontrar un equilibrio cuando hablamos con ellos, o cuando los reprendemos, pues es evidente que no podemos saberlo todo y muchas veces nos equivocamos. 

Una etapa tan hermosa como la niñez, merece ser recordada de la mejor manera...



Alegría (OSHO)


Nadie permite a sus hijos cantar, gritar, bailar y saltar. Por razones triviales- quizá pueden romper algo, quizá se les moje la ropa con la lluvia si corren en el exterior- por pequeñas cosas se destruye por completo una gran cualidad espiritual: La alegría. 

El niño obediente es elogiado por sus padres, por sus profesores, por todo el mundo, y el niño juguetón es censurado. Sus ganas de jugar podrían ser totalmente inofensivas, pero es censurado porque existe un peligro potencial de rebelión. Si el niño continúa creciendo con total libertad para ser juguetón, acabará siendo un rebelde. No será fácilmente esclavizado; no le podrán reclutar fácilmente en un ejército para destruir gente, o para que le destruyan.

El niño rebelde se convertiría en un joven rebelde. Entonces no podrás obligarle a que se case; no podrás obligarle a aceptar un determinado empleo; no se le podrá obligar a satisfacer los deseos incompletos y los anhelos de sus padres. La juventud rebelde seguirá su propio camino. Vivirá su propia vida de acuerdo con sus deseos más íntimos, no de acuerdo con los ideales de otra persona.

Por todas estas razones, se sofoca su capacidad de jugar, se la aplaste desde el principio. Nunca se le da una oportunidad a tu naturaleza. Poco a poco empiezas a cargar con un niño muerto en tu interior. Este niño muerto en tu interior destruye su sentido del humor: no puedes reírte totalmente, con todo tu corazón, no puedes jugar, no puedes disfrutar de las cosas pequeñas de la vida. Te vuelves tan serio que tu vida, en vez de expandirse, comienza a encogerse. 

La vida debe ser, en cada momento, una creatividad preciosa. No importa lo que crees, podrían ser sólo castillos en la arena, pero todo lo que haces debería salir de tu capacidad de jugar y de tu alegría. 

(Hacia un cambio positivo staff). 

lunes, 5 de mayo de 2014

Papá olvida

(W.Livingston Larned)

Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí algo de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama.

Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo.

Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar en tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: "¡Adios, papito!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí: "¡Ten erguidos los hombros!"

Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa, te vi de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mi. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías mas cuidadoso. pensar, hijo, que un padre diga eso. 

¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. "¿Qué quieres ahora?", te dije bruscamente.

Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste. y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agostar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera.

Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos,de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara, era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros.

Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza. 

Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: "No es más que un niño, un niño pequeñito"

Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro. He pedido demasiado, demasiado.

Nuestro sincero deseo es que vean a sus hijos, y a las personas en general con quienes comparten a diario, como seres humanos, grandes o chicos, que pueden equivocarse. Y que todos podamos quitarnos la costumbre de juzgar todo el tiempo. Al mismo tiempo aprendamos a ver siempre lo bueno en aquellas personas que muy cordialmente Dios a puesto en nuestro camino... esas personas pueden ser justamente quienes han venido a enseñarnos nuestras mas grandes lecciones...

(Hacia un cambio positivo staff).


miércoles, 23 de abril de 2014

El divorcio, ¿Qué sienten tus hijos?

"Primero que nada, nos gustaría alentarlos a que antes de tomar una decisión precipitada o innecesaria, agoten todas sus alternativas para tratar de salvar su matrimonio y busquen ayuda".

Muy a pesar de que el amor existe, y de que después de una crisis de pareja las cosas se pueden recomponer, es también un hecho que hay parejas cuyo mejor destino es estar separadas. Y siendo eso inevitable, el verdadero reto es no afectar a los hijos durante y después del divorcio. ¿Tremendo reto no? Sobre todo cuando la mayoría de nosotros (sin afán de ofender) continuamos siendo, en nuestras actitudes, tan niños o tan adolescentes como nuestros propios hijos.  

Cuando en el matrimonio no hay hijos, las cosas pueden ser diferentes; pero cuando ya existen hijos (independientemente de la edad que tengan) es necesario ser cuidadosos para no sean ellos quienes terminen enfrentando las consecuencias. Realmente los hijos no merecen eso y hay muchos adultos que crecieron con padres separados y saben cómo se siente eso.. ¿Para qué repetir esas ingratas sensaciones con nuestros propios hijos?

Compartimos contigo un consejo muy importante que "Yordi Rosado" incluye en uno de sus libros, mismo para el cual se tomó la molestia de conversar con muchísimos expertos en el tema y sacar algunas conclusiones que encontramos muy útiles para el caso:

La familia no se terminó:

Una de las cosas que mas ansiedad e inseguridad le dan a los hijos de papás separados es sentir que ya no tienen familia. La familia (Aunque se agarren a sombrerazos todos los días con ella) es su centro, su base, su contención, es donde se sienten seguros.

La Dra. Julia Borbolla, psicóloga clínica y una de las personas mas respetadas en el tema de niños y adolescentes en México, explica que cuando hablamos con los hijos sobre la noticia de la separación , es importante decirlo padre y madre, no darle razones, ni explicaciones de sus problemas, y hacer mucho hincapié en  que la familia no se ha acabado (cosa que es real), porque como mamá o como papá eres familia con tus hijos. "Los que nos separamos somos nosotros como esposos o pareja, pero mamá y papá no nos separamos de los hijos. Seguimos siendo familia". La familia ahora es mamá con sus hijos y papá con sus hijos.

La Dra. comenta que este momento es algo muy fuerte, pero no hay que hacer una ceremonia que aterrorice y recuerden tus hijos toda la vida; sin embargo hay que darle la importancia que merece. Puede ser algo así:

- Chavos, su papá y yo tenemos que hablar con ustedes. Nosotros hemos tenido problemas muy serios y hemos buscado muchas maneras de solucionarlos, durante mucho tiempo, pero lamentablemente no hemos podido.
-¿Qué problemas?
-Son problemas de adultos, muy serios ( es elemental decir que son muy serios para que no crean que por cualquier cosa se divorcia uno) y son cosas que solo nos incumben a nosotros.
-¿Entonces se van a divorciar papá?
-Sí mi amor ( es importante ser claro, porque si no se confunden mas y sólo les das falsas esperanzas), es algo fuerte y que nos va a doler a todos, pero a la larga vamos a estar bien y mucho mas tranquilos.
-Le dije a mi hermana que mejorar en la escuela y que ya no tomara tanto.
-Eso no tiene nada que ver, ustedes no son culpables de nada de esto y no queremos que jamás se sientan mal por eso. Tampoco entre su mamá y yo hay culpables, simplemente hemos tenido problemas muy serios y los dos, como todas las personas hemos cometido errores, y no queremos que lo que estamos viviendo los afecte. Nosotros estuvimos muy enamorados, pero ahora ya no somos pareja, y aunque nos duele mucho aceptarlo, ahora necesitamos vivir nuestra vida y ver por la suya. Aunque algunas cosas van a cambiar, su mamá y yo los amamos igual, y ustedes son mi familia y la de su mamí. Si quieren llorar, estar solos o ir a platicar con alguien es normal, los respetamos, al principio es muy fuerte para todos, pero poco a poco nos acostumbraremos a la nueva vida y verán que estaremos bien.

Este será uno de los momentos mas fuertes de la separación y te dolerá hasta lo mas profundo de tu corazón (también se vale que tu llores todo lo que necesites), pero entre mas claro y más rápido inicie el proceso, más rápido empezará a sanar. Recuerda que no hay que negar que la dinámica de vida va a cambiar y que es un momento difícil para todos pero, sobre todas las cosas, dejarles muy claro que los papás no se están separando de los hijos.

Muy a pesar de que este es un ejemplo muy práctico y detallado ( ejemplo por el cual muchas ex parejas están agradecidas) tu puedes encontrar tu propia manera de comunicarles una separación a tus hijos, solo ten en cuenta que es muy importante que escuchen todo esto de sus padres y sepan que no tienen nada que ver con el motivo de separación, así no crecen y se hacen adultos pensando que fueron culpables, eso si es en verdad muy dañino y más difícil de solucionar. Háblales!! y háblales con amor, así las cosas siempre salen mejor.

(Hacia un cambio positivo staff).

sábado, 24 de agosto de 2013

¿Recuerdas lo que es ser niño?

Cuando un ser humano se convierte en padre o madre, algo se hace evidente en su vida: nunca más volverá a ser la misma persona. Ahora será guía, asesor, amigo,entrenador, compañero, médico y muchas cosas más relacionadas con otro ser humano al que llamará "hijo". Pero, inevitablemente, surgen las preguntas: ¿Estará preparado para esa labor? ¿Le han servido las fórmulas que conoce para triunfar en la vida? ¿Se conoce a sí mismo? ¿Recordará lo que es ser niño?

He aquí donde empiezan los problemas: Los niños no nacen trayendo consigo su manual de instrucciones, ya que son mucho más complejos que cualquier otro objeto que conozcamos sobre la faz de la tierra y , por tanto, se requiere un conocimiento preciso sobre la identidad y esencia del ser humano para poder relacionarse con ellos.

En realidad, ¿Sabemos lo que significa ser niño? Miremos detenidamente esta cualidad: ser niño significa crecer en el amor puro, en la belleza más allá de la forma, en las historias; significa ser tan pequeño que los duendes y las hadas pueden acercarse a cuchichearle a uno al oído; significa transformar las calabazas en carruajes, los ratones en corceles, lo ruin en sublime, la nada en todo, pues cada niño lleva en su alma su propia hada madrina que lo guía por el mundo de la imaginación a descubrir formas de vida que pueden ser mejores para el espíritu humano, ya que se basan en la naturalidad, la sencillez, la hermandad y el amor. Viven con la ilusión que representa el mundo de la esperanza.

Cuando un niño viene al mundo, personifica lo más sublime de la vida, tal como se concreta en una piedra, una planta o un animal. Recordemos el axioma que afirma: "Dios duerme en el mineral, Dios crece en el vegetal, Dios se mueve en el animal, Dios piensa en el ser humano y Dios ama en el ángel". 

(ERIC DE LA PARRA PAZ). 

jueves, 22 de agosto de 2013

Los niños aprenden lo que viven

Si un niño vive con reprobación, aprende a condenar.
Si un niño vive con hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con temor, aprende a ser aprensivo.
Si un niño vive con compasión, aprende a tener lástima de si mismo.
Si un niño vive con burla, aprende a ser tímido.
Si un niño vive con celos, aprende lo que es la envidia.
Si un niño vive con vergüenza, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con estímulo, aprende a tener confianza en sí mismo.
Si un niño vive con alabanza, aprende a apreciarse.
Si un niño vive con aprobación, aprende a gustarse.
Si un niño vive con aceptación, aprende a encontrar amor en el mundo.
Si un niño vive con reconocimiento, aprende a tener una meta.
Si un niño vive compartiendo, aprende a ser generoso.
Si un niño vive con honestidad y equidad, aprende lo que son la verdad y la justicia.
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener fe en si mismo y en quienes lo rodean.
Si un niño vive con amigabilidad, aprende que el mundo es un lugar agradable donde vivir.
Si un niño vive con serenidad, aprende a tener tranquilo el espíritu.

¿Con qué están viviendo sus hijos?

(Dorothy L. Nolte).